viernes, 18 de diciembre de 2009

aplausos y abrazos para él

MI CASA

Cuando tenía ocho años fui desafiado por mi maestra para describir ante mis compañeros, como era mi casa: "Bueno, para entrar en mi casa es requisito indispensable el tener alas, porque la única entrada es por el gran ventanal que da al primer piso a la calle. La salida, en cambio, es por una puerta común y corriente, pues el living es demasiado angosto y no hay lugar para tomar el envión necesario que se requiere para el más modesto de los despegues. Tenemos también una mesa mágica..."

A esa altura de mi exposición desaparecí del aula siguiendo a mi oreja izquierda que había quedado atrapada entre el índice y el pulgar de la tierna mano de la señorita Dora. "Repítaselo ahora al Padre Rector". Coloqué mis orejas a una misma altura, me alineé un poco y satisfice de inmediato el pedido. "Bueno, para entrar en mi casa es requisito indispensable el tener alas..." Tanto gustó mi sencilla descripción que tuve que repetirla frente a la psicopedagoga, a tres monjas, al jefe de la cooperadora, al consejero escolar, al cura Antonio (el mismo que me enseñara el Padre Nuestro) y hasta a un policía que por ahí pasaba. Y todos coincidieron en que debían acompañarme hasta mi casa, seguro que para conocerla, y además porque querían hablar personalmente de no se qué cosa con papá. Pero los pobres se tuvieron que conformar con dialogar a gritos desde la vereda, porque para entrar en mi casa es requisito indispensable el tener alas...y por supuesto, ninguno de ellos tenía unas.

Pablo Franko - Enero de 1985



Publicado por PABLO FRANKO
en su Blog Y lo único que tenemos es un poco de tiempo

Hace un tiempo que no pido abrazos y aplausos. Pero es que hoy he encontrado con este cuento que le llevaré a Cleo, una niña con alas. Este cuento no parece, al principio, que posea el toque de sensualidad que campea en este blog. Sin embargo, este cuento estaba acompañado de una carta de amor: su autor lo usó para seducir a su chica contándole que alguna vez tuvo alas. Y eso habla de saber volar. 
Como saben ustedes, volar es el requisito escencial de la sensualidad. 
Por eso y por su magia, abrazos y aplausos para él.




lunes, 14 de diciembre de 2009

tarea cumplida














"jazmines!”
reí sobre tu boca
mientras me abrazabas.


“pagado!”
reíste sobre mi boca
mientras te abrazaba.


y nuestro beso
apretaba un gran ramo
de pimpollos
perfumados y blancos.
intensos.


desayunamos
domingo y jazmines.
despanzurramos
la cotidianeidad con sueños
de mañana y después,
con paseíto de verano
y merienda.
con hartazgo de besos
y risas.


y en la alcoba
tu amada locura
mis locos jazmines.


imagen: jazmines en el vaso-leandro viola

viernes, 11 de diciembre de 2009

dejame decirte










bien sé, amor
(vos y yo sabemos)
que la cotidianeidad,
esa señora tranquila
de nombre complicado,
es un hada maliciosa
con vocecita de sirena
y manos como grillos
que si no te das cuenta
te encadenan a la rutina,
esa gris asesina
de las luces de la vida.

estos días
han sido de esos días
de entera cotidianeidad.
razonables y un tanto fríos,
ausentes de piernas enredadas
para conversar de la vida
 y nada de risas en el desayuno
porque asi son las cosas, a veces.
asi es como deben ser.

pero nosotros,
los que hacemos el amor
en umbrales y cornisas
con los ojos luminosos
por la brisa de la vida,
no somos de esos
razonables y un tanto fríos.

por todo ésto,
y porque hoy es viernes,
matemos esta noche
al hada maliciosa otra vez.
prometo hacerte el amor
como a los dos nos gusta
y abusar de mis locuras.

(págamelo con jazmines)

miércoles, 2 de diciembre de 2009

cumpleaños




ella sale del cuarto, ingresa
a una víspera de música incesante
y todo lo que yo no soy la acompaña.
Joaquín O. Giannuzzi


mi hija,
la de la mirada extensa
de la espalda alerta
y brazos abiertos de abrazos

esa pequeña mujer
de alma despierta y tibia
que escucha con todo el cuerpo
y se ríe como los pájaros

esa cecilia
que abre siempre puertas
que nunca cierra
y mejora mis andares

esa “morena y clara”
que defiende sus sueños
que opina tan claro
ama y besa con ensueño

se va yendo hacia su vida
con tal sigilo y desvelo
tan suavemente
que la voy mirando
irse guardando apenas

la memoria de su frente
ensedándome los dedos.
y todo lo que yo soy
y lo que no soy la acompaña.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ilusión




estábamos ahi
como nos gusta estar
y, susurrando, me dijiste:
las yemas de tus dedos
me llovinan la piel...
y es tan fresco!

entonces
yo sentí
que nuestro amor
no se morirá
antes que nosotros.




lunes, 16 de noviembre de 2009


como a la lluvia
la tierra agotada y sola

como el viejo libro
un dedo que marque sus letras

como al blando pan
la boca blanda de los viejos

como el beso furtivo
a los labios del amante

como la canela
al arroz con leche de la abuela

como el tobogán
a la risa de esa niña

como al bello pecado
la bella copa de champaña

como la soledad
a la carta que la despida

asi necesito
el apretado calor de tu abrazo.

tráemelo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

ya no

Iba con cara de pájaro herido, de niño solo, de guerras no queridas.
A esa hora el subte está casi vacío, y él iba distraído con su adentro, asi que podía yo mirarlo sin que me viera. Tenía unas bellas manos de dedos larcos y uñas cortas y prolijas. No llevaba anillo.
Seguramente, él tambien iba camino a su casa. Era la hora del regreso de los mas tardíos.
Me llamó la atención un papel amarillo con el que jugaba distraidamente, haciéndolo girar lentamente entre sus dedos.
De pronto volvió a leer lo que en el papel estaba escrito, hizo una mueca de dolor, miró un poco hacia arriba sin ver nada y sus ojos se llenaron de lágrimas. Sin embargo, no era un hombre triste; era un hombre herido. Sorprendido por un dolor que le encorvaba la espalda y le marcaba un gesto de casi crueldad en la mirada.
Sin cambiar el gesto, ni secar las lágrimas, se paró de golpe y se bajó apurado, como dándose cuenta que esa era su estación.
Y el papel cayó cerca de mis pies lentamente, colmando mi curiosidad.
Lo alcé apurada por leer.
Con presurosa y firme letra de mujer, (respetando la métrica, qué curioso), alli estaba escrito:
Ya no soy más que yo para siempre y tú
ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro,
no sabré dónde vives, con quién,
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.
............................................ Paula
Me dió un escalofrío pequeño en las muñecas y en esa línea angosta que cierra el esternón. El nombre de Paula se leía tembloroso, desprolijo. Me despertaron los versos -a cuya autora tengo entre mis predilectas- la certera tristeza que despiertan los adioses asi, como ese, que parecía definitivo.
Me imaginé ese dolor enojado que sentimos a veces las mujeres; percibí a Paula escribiendo esos versos en el último gesto teatral que necesitamos para bajar el telón.
Habrá sido entre los dos ese silencio espeso y huidizo de miradas, cuanto las palabras ya no valen ni para decir adiós?
Subí las escaleras del subte pesadamente y, ensimismada, caminé con sed hasta mi casa, ahogada de esa angustia ajena unida a la membranza de alguna angustia mía.

Porque estos días él anda en un viaje que nunca acaba, aunque dure dos semanas, me recibió la casa sin abrazos. Suspiré hondamente, lei de nuevo los versos de Idea Vilariño y con sumo cuidado pegué el papel amarillo en la puerta de la heladera, junto a las notas que me ayudan a ver obligatoriamente las cosas que no debo olvidar.

domingo, 8 de noviembre de 2009

piernas


Le había gustado aquella invitación.
Había sido del todo diferente a ir de copas o a bailar.
Escuchar música en un Club de Jazz, un lugar de reunión privado.
Era aquel un espacio muy acogedor, techos bajos, clima intimista. Un poco masculino pero bello. Rojos en las telas; seda en los cortinados y pana en los tapizados. Muebles de madera oscura, luces doradas y blanquecinas, tintineantes.
Tenía aquel ambiente claroscuros que le prestaron a aquella música un marco especial, como especial había sido el artista.
Se sonrió para sí misma. Sí que era del todo diferente esta noche.
Porque al concierto del Club de Jazz, le había seguido el convite para unas copas en este lugar tan ajeno y como fuera de las reglas.
Miró alrededor y la asaltó una sensación extraña; todo era nuevo para ella.
Su amiga la había dejado sola con su copa de vino y ella comenzaba a sentirse un poco inquieta, cuando vió que con un grupo de amigos, había llegado el artista.

Lo habían invitado a brindar por su concierto. Eso estaba bien, se sintió relajado y contento.
Tomó su copa, dedicó algunos comentarios y se alejó un poco del grupo.
Aquello le había parecido fascinante apenas entró. Y quería recorrerlo despacio.
-Ahora sí que vamos a un lugar muy privado y muy ilegal- le había anunciado su anfitrión. Y no había exagerado.
Era el segundo piso de uno de esos edificios de departamentos antiguos y señoriales, por lo que era insospechable la existencia de este espacio alumbrado con luces bajísimas y velas; adornado con muchos espejos, maderas labradas, muebles de estilo.
Bebió un poco de cava y pensó en filibusteros y mercancías. Ciertamente, se dijo con una mueca de sonrisa, había allí un aroma a clandestinidad, como a perdición, que le encantaba.
En su recorrida vio que aquel piso tenia unos cuantos cuartos, como recovecos de neblinosa privacidad, con el reflejo de la velas multiplicado en los espejos, lo que ponía un curioso resplandor en las miradas.
Había mucha gente que se movía despaciosa y susurrante, eso también le gustó. Ese pesado ambiente de complicidad.

Volvió al espacio mas amplio, donde estaba la barra y, cuando se dirigía a buscar otra copa, la vio.
Estaba a un lado, sola, sentada en unos de esos bancos de madera tallada un poco largos.
Más que ella, le llamaron la atención sus piernas. Las tenía apoyada una sobre otra en forma muy sinuosa y su pollera negra de una tela que caía suavemente, como un cortinado refinado (pensó en eso, exactamente) era un marco espléndido.
Eran unas bellas piernas redondeadas de piel muy blanca que parecían resplandecer sobre la opacidad de la luz.
Se acercó a ella atraído por el tono nacarado de su piel que hacía tan notorio el recorte de sus piernas. Cuando se cruzaron sus miradas, una imperceptible señal de sus ojos, despertó en ella la complicidad de una sonrisa y le hizo lugar a su lado.
Mientras él sentía a su costado la firme tibieza de su pierna, ella le pestañeó el suave comentario: “Vaya qué honor! Nada menos que el artista argentino!”
Adrián sintió una amigable excitación ante aquella bienvenida. “Has estado ahí…, y
te ha gustado?” “Muchísimo!... diferente y especial, como el artista.” Lo dijo con naturalidad, así como aceptó que él tocara un poco sus piernas, haciendo lugar para que pasara el mesero Había mucha gente y poco espacio, por suerte para él.

Iban a iniciar alguna charla, cuando vino la muchacha que tomaba fotografías a mostrarle algunas tomas y escuchar su opinión, pues allí harían con él una sesión de fotos para la prensa. Traía una cámara no convencional, profesional, enorme, y la pantalla los iluminaba con tonos anaranjados y rojizos, que le sumaba encanto a esa española que marcaba las palabras con un acento muy pronunciado que le acariciaba el nacimiento de la barba. Conversaron entonces, un poco de fotografía y luego de música; hablaron suave, ella ponderó su actuación y él habló de lo bien que lo había pasado en ese Club, con un público tan cálido y receptor. Y luego de la voz de Janelle Monae, que se escuchaba en ese momento y que hacía todo más sensual, más erótico.


Entonces, ella movió sus preciosas piernas en un movimiento como de enroque, enormemente seductora y él las miró otra vez, alucinado. “Sos una mujer muy, muy linda”, le dijo silabeando mientras observaba la reacción de ella, “me erotizan tus bordes redondeados”, lanzó con rebuscada torpeza. Ella se rió blandamente. Estaban muy juntos y la mano de Adrián se distraía en el regazo de ella, que de tanto en tanto movía sus piernas para permitir el paso. Hablaron de Madrid y otra vez de música, como esperando. Se miraban como esperando tambiçen, en un momento de aislada intimidad. Ella pendiente de su voz que le cosquilleaba entre el pelo, él pendiente del leve movimiento de sus piernas que sostenían apenas la yema de sus dedos.


Jugaron a seducirse un largo rato, ajenos de todo aquello. Hasta que Adrián tuvo que irse a la ahora maldita sesión de fotos y allí se demoró un poco mas de la cuenta. Cuando volvió a buscarla, ella ya no estaba donde la habia dejado. La divisó cerca de la puerta, yéndose. Intentó llamarla con una mirada intensa como la intensidad que ella le despertaba, pero ella le tiró un beso prometedor sabiendo que nada se cumpliría y se fue, como se van esas mujeres solas que conocen el vuelo del pájaro que no hará nido en su ventana.
El quedó allí, mirando su ausencia, como se quedan los cazadores que pierden la presa sólo para que siga siendo una presa y despertando esa intensa sensación que lo acompañó un larguísimo rato, con la memoria de esas piernas que le picaban en la palma de la mano.

viernes, 6 de noviembre de 2009

exorcismo de viernes


contra la maldición
de la página en blanco
que me provoca
tu ausencia
he decidido escribir
sobre la señal
que tu cuerpo ha dejado
en las sábanas
tocoescribo
cada blanco pliegue
hueloescribo
en el blanco embozo
deseoescribo
en la blanca textura
que me apura
que me lleva
que me eleva en la memoria
hasta que vuelves.

martes, 3 de noviembre de 2009

feliz cumpleaños, Cronista.


imagen robada de AREN Y CAL- Gracias, Anabel

la idea fue de Sandy.
le hizo el filo al Detective
y acordaron mientras se miraban
campaneando otros deseos
que el Zurdo era el punto justo.
el cusifai guardaba algunos conocidos
del tiempo de la cafúa.

al rato el asunto ya estaba cocinado.
le batieron que Estercita
estaba invitada a la farra
y como el gilún seguía encamotado
consiguió mágicamente varios frascos
de wiski y champán bien non santos.

rozando las rodillas y los codos
en la grasienta mesa del rincón
tramaron aquellos dos la lista de invitados.
como el quía ya era en la ocasión
mas que cronista, consagrado artista
pusieron en la tarea empeño de gomias.

de entrada anotaron a las naifas
que ahora van con cartel de ninfas;
a la papusa de la voz sensual, Susana
a Miriam para la serenata
sin olvidarse de Sil y la Gallega
de Madrid, bien fanas del Cronista.

a esta altura, Sandy ofreció un vinito
y el Detective le agradeció
con una larga mirada a su cadera.

ahora le tocaba a los galanes:
el Zurdo se aseguró el convite;
consiguió zona liberada con el taquero
de Menardez y el Hurgador de libros
ni qué hablar, son compañeros.
el Tipo De Los Faros, inexcusable
es el dueño de la guitarra
se enviaron mensajes de texto
al Gallego de barcelona
y al Cumpa del tuyu, por si las moscas.

ah! y con la idea de Maracuyá
que bien se ganó ser invitada
se consiguió que Luz De Gas
trasmitiera por el éter la velada.

todos dijeron que sí, que por supuesto.
y acordaron ser tumbas con el tipo.
las minas chamuyaron con Sandy
lo del morfi y estuvo todo casi listo.
la sorpresa de la barra por el cumple
del Cronista venía que era un lujo.

las minas llegaron brillosas y arreboladas
con algunas cairpirinhas agregadas.
entre risas colgaron banderines
y racimos de globos colorinches.
manteles de papel y velitas perfumadas.
el Detective eligió un disco de blues
encendió un faso y relojeó la silueta
de Sandy organizando el escabio.

los tipos fueron cayendo de a uno en fila
empilchados pal convite y pa las minas
el Zurdo como siempre un poco farabute
y los langas marcándose de reojo las pintusas.

a rato, la Maga y Cecy con Cristina
se fueron a traer al del cumpleaños,
mientras Estercita y Miralunas
con Menardez colgaban un retrato
ad hoc del tal Recúpero.
fue la hora y amurado
con el dulce chamullo de las ninfas
llegó el cronista.
tardó un poco en darse cuenta
porque el quía no se banca la emoción
cuando lo toma de sorpresa
y estaba alli sin tener la menor idea.

araca! que aquí estamos y no es cachada.
orgullosos de quererte vamos siendo
tus gomías y por eso te cantamos
Cronista, feliz cumpleaños!

señoras y señores, están todos invitados
a desearle con nosotros buena vida, buenos vinos,
buenas canciones, buenos libros, buenos amigos
buen amor y mejores madrugadas!



domingo, 1 de noviembre de 2009

Recuerdos que trae la lluvia


Darío era el padre más lindo de todos los padres de mis compañeras del último curso de la secundaria.
Era alto, delgado, con distinción de caballero y gracejo de atorrante.
Tenía unos ojos de cielo, muy decidores. El cabello y el bigote canosos y suaves daban un marco absolutamente adecuado a aquella sonrisa llena de mensajes.
Darío era un galán, simpático y distante. Un seductor nato del que, según lo que les estoy contando, ya todos saben que nos tenía a todas aquellas adolescentes locamente enamoradas y envidiábamos a Raquel, mi compañera y amiga por aquel padre tan glamoroso.
Porque, además, era un bailarín espléndido. Y tenía una condición que adorábamos: en cada baile en el que nos encontrábamos (esos bailes que compartíamos con los “viejos”), nos invitaba a bailar a todas!
Aunque Raquel era una de mis amigas más intimas, yo guardaba un secreto que no compartía con ella ni con ninguna: Darío era para mi como un amor prohibido. El siempre cruzaba bromas conmigo (bromas de padre de Raquel, claro, aunque yo sentía que tenía el sol en el alma) y cuando me invitaba a bailar también: me dedicaba algún piropo inocente: “bailan las flores hoy?” y yo me reía y mientras sus manos se dibujaban para todo el tiempo en mi palma y mi espalda, posaba yo apenas mis dedos en su hombro rogando que no percibiera mi ansiedad.
En nuestro Baile de Egresadas el bailó con su hija y luego conmigo un largo momento del vals. Nunca me olvidé de su mirada y su gesto. Con la ceja un poco levantada y su encantadora media sonrisa, me anunció: “Serás una linda mujer. Te extrañaremos”.
Yo me iba hacia la universidad y me llevé entre otras lejanías y mis 17 años, esas palabras que escuché como una declaración de amor.

Cuando lo volví a ver, yo era una mujer de cuarenta y pico y él un hombre de casi ochenta años.
Aun usaba aquel bigote, conservaba aquel cabello de luna y mantenía intacto el glamour. Apenas caminaba mas lento y con las manos un poco bamboleantes, como con un movimiento de indecisión. Pero sus ojos y su mirada eran iguales a como yo las recordaba.
La convencí a Raquel de ir a visitarlo. Se alegró tanto de verme y me miró con una especie de juventud escondida, que me hizo reir con timidez. Matilde ya no estaba, todos los hijos se habían casado, pero él tenía los recuerdos mejores, aquella casa amigable y sus libros. “No la paso tan mal, me contó observándome desde su sillón.
“Tuve razón: sos una linda mujer. Y te extrañamos.”
Nos miramos con Raquel y nos reímos, seguía siendo aquel galán que la disgustaba un poco.
Nos despedimos ya y nos acompañó hasta la puerta.
Yo le di un beso y le dije al oído lo que creí que ya no importaba: “Sabe, Darío? Yo siempre estuve enamorada de usted”.
Entonces, él hizo algo inesperado; me miró hondamente, como con tristeza, estiró su mano insegura hasta mi cabeza y tomando apenas un mechón de mi cabello, susurró: “Yo también, Marta, yo también”.

Pude llorar aquel adiós, sólo cuando el tren empezó el viaje de regreso.
Y aún ahora, a veces, me ronronea el alma, acariciándola.

lunes, 26 de octubre de 2009


Ay, amor, amor, amor
He perfumado los cuartos y he puesto frescura en las sábanas
He lustrado la mesa y he puesto flores nuevas en el jarrón.
He llamado gorriones a nuestra ventana
He instalado brillos en mi mirada y risas húmedas en mi boca
He puesto olor a sol en mi cabello
y pétalos olorosos en las palmas de mis manos,
he cubierto de sensualidad toda entera mi piel
y he bordeado de luna la forma de mi escote.

Lista para recibirte
en la acicalada frescura que nos gusta
cierro los ojos y en el ensueño de la espera
tiemblo de anticipación.


Vuelves al fin
Con mi alma y con mi ombligo.

jueves, 22 de octubre de 2009

final feliz



para morirme
necesito
una noche vacia

de estrellas y luna

o un eclipse de sol

que ya no haya gorriones

amigos que me hayan olvidado

hijos que ya no me necesiten

cleo lejos de mi

y vos...

enamorado de otra!

.
asi que

colorado colorín...

no me moriré!!!

domingo, 18 de octubre de 2009

por si viniera al caso


........................... Buenos Aires; 8 de diciembre de 2007.


Mamá:
.......... En realidad, ya ha dejado de ser 8 de diciembre. Veo la claridad ya de la mañana. Pero es que esto me ha pasado en la tardecita de ayer y me ha tenido sin dormir. A vos también, mamá?
.......... Me parece mentira, pero estoy escribiendo como si no debiera hacerlo. Con miedo de que cualquiera pueda verme perpetrando esta “traición”. Y ya tengo 39 años!...
.......... A esta hora, Marcela y los pibes duermen asi que puedo escribir y llorar sin frenos y sin vergüenza.
.......... Qué lindo te quedaba ese vestido azul, vieja! Lástima que te fuiste sin que pudiera decírtelo.
.......... La viste? Micaela es igualita a vos! La viste que pizpireta con tu pelo y tus mismos ojos? Qué pena que no se encontraran tu mirada con la de ella…
.......... Esa niña es la predilecta de papá. Cuando ella se ríe, y se ríe siempre, papá se queda mirándola como si no pudiera hacer más que eso en la vida. Y cuando yo lo veo mirarla, siempre pienso en vos.
.......... Es que todos creen que me olvidé de vos, mamá. Eras muy chiquito cuando tu mamá se murió, dice diciéndoselo a sí misma, la Tía Clara, que te reemplazó en casa y en la cama de papá.
.......... Conmigo no, vieja. Pero nadie sabe que yo sé que estás viva porque me abrazaste antes de irte y que sé dónde vivís. Lo sé desde que te vi parada medio escondida detrás de un árbol, mi último día de la primaria. Y porque te seguí como un gato, cuando fuiste a verme mi primer día de la Secundaria.
.......... Así que también sé que tenés otro hijo que no se me parece y que seguís viviendo con ese amor que te alejó de mí y te mató para mi padre.
.......... Sabés, mamá? Todos me han enseñado a odiarte pero yo no pude aprender. Y cuando me enamoré de Marcela, sentí que nada ni nadie me separaría de ella. Así que siempre te pensé valiente y te admiré, aunque lo viera tan triste al viejo, y yo estuviera siempre extrañándote.
.......... O habrá sido para no morirme?
.......... Y mientras Micaela fue creciendo como si la hubiéramos dibujado con tu pelo, tus ojos y tu risa, sin que pudieras abrazarla….., ay, mamá qué pena para vos y qué premio para papá que la tiene para quererla!
.......... Asi que hoy (o ayer), cuando te vi otra vez escondida en la Iglesia, mirándola a tu nieta tomar la Comunión y a nosotros disfrutándola, felices, pensé en el precio que pagaste, vieja y casi voy a que me mires con los ojos de mi hija, pero no pude hacerlo. Por papá…, por tu otro hijo….qué sé yo!
.......... Pero qué lindo te quedaba ese vestido azul!

............................................................... Soy tu hijo mayor, Alejandro.
.
pensando en las mujeres que elijen el amor sin que importe la condena
.
imagen: mujer en azul - susana weingast

viernes, 16 de octubre de 2009

hasta que vengas


ignoraba yo
hasta estos días
el mal de ausencia.
.
se me daba muy bien
el mal de soledades
el bien del olvido
el regular de descuidos
.
pero
este síndrome triste
como de garúas
a la hora de los juegos,
de sin permiso
para las golosinas.
.
esta deslucida piel
carente de su mirada
este nudo en la garganta
esta envidia de abrazos
.
esto no.
esto arde en el alma
y en la espera
.
estos dias
son la extendida estepa
de una página en blanco.





viernes, 9 de octubre de 2009

ansia de regreso


.

el "apenitas de tiempo"
que nos dijimos
para engañar el amargor
de la ausencia
se hace con los días
una hostil
sequedad en la boca
una impenitente desgana
que se oculta
en esta máscara de risa
en este hablar en voz alta
para que nadie vea
que me desovillo
de tristeza.
.
te extraño
deshilvanándome de amor.

martes, 6 de octubre de 2009

no te vuelvas si vas a dejarme (blues)



.

la música le asaltó la memoria.
casi tropieza con el recuerdo.
se detuvo a escuchar ese blues
y ese precioso banjo.
se paró sin poder dar un paso,
con el corazón salteando latidos.
había pasado tantísimo tiempo!
qué sería de aquel hombre
perdido en los recovecos de su vida?
seguirá con su banjo y su mirada oscura?
y aquella sonrisa medio de costado,
con la comisura apenas levantada,
será la misma?
seguirán siendo sus manos como de seda?
abrazarán sus brazos como la abrazaban?

volvió a ser
por un extendido instante
aquella muchacha que escuchaba
embelesada
el secreto concierto
que sellaba el rito del romance
sobre las revueltas sábanas.

lunes, 5 de octubre de 2009

salud, compañera!




.
se despierta somnolienta con un llamado de no sabe quién y no lo atiende.
se despereza un poco y se acurruca otra vez, regalándose un poco mas de sueño, de pereza, de calorcito.
mas tarde ha de mirar de frente al sol de su ventana, al espejo, a la calle, a la vida.
los ha de mirar hoy de esa manera con que ella mira de frente, con todo su adentro en los ojos.
porque desde hace un tiempo la brisa de la vida le anda aromando el alma con perfumes que le gustan mas y mas y ella es la que elije qué flores ponerse en la solapa del corazón.
y hoy, especialmente...
hoy es su cumpleaños!
.
foto robada de su cajon palabrasdescalzas.blogspot.com

domingo, 4 de octubre de 2009

ay, domingo!


.
este domingo
me ha tomado
por sorpresa

con tu ausencia.

.

le faltó a mi boca

la suavidad de tu hombro

en el ritual de avisarte

que es domingo.

al desayuno a solas

le faltó el azucar

de tus besos y tu voz

leyéndome las noticias.

.
ha sido

un día silencioso

y largo
sin nuestros
tres pecados elegidos.

sin ganas de nada

que que no seas vos.

.
estoy acá
abrazándome

a mi misma

extrañándote

con este inédito amor

que voy aprendiendo.

.

que sola

la luna sin tu mirada

que solo

mi sueño sin tu tibieza.

.
imagen: poemaenpoesia.blog

viernes, 2 de octubre de 2009

la casa

gracias, farolero
.

he pasado esta tarde
por delante de la casa amarilla
que adorna el lago.
he escuchado al viento
romanceando
entre los árboles
y he visto los pájaros.
.
para construir ese nido
(es una casa nido)
seguramente
el amor
convocó a los lares
las ninfas del bosque
y a los peques
que juegan con la lluvia
el deseo
llamó a los mejores sueños
y la sensualidad a los color
es.
.
en esa casa ilusionada
el sol duerme la siesta
la luna ronronea en la ventana
la madera huele a vino, a pan
las ventanas son
miradas extendidas
las camas son abrazos
las lámparas quitapenas.
.
esa casa
es un conjuro
contra la infelicidad
.
.
sus sensuales ideadores
deben ser de esos artistas
que conforman las troupes
de esa gente
que siempre se quiere abrazar.
.
esa casa
me provoca
arcoiris en el alma.

.
buenaventura.

.
casa de federica y wally

miércoles, 30 de septiembre de 2009


.
cuando
el amor nos asalta
con ternuras
y rituales

que nos ponen sedosos

los ojos
el tiempo parece

una oquedad
inexpugnable.
entonces

el miedo
se transforma
en insaciable sed

de abrazos

anudados
confirmantes

luminosos.

martes, 29 de septiembre de 2009

cachada para el cronista


seguro
que la lluvia y el domingo
lo llevaron
hasta el piringundín de Sandy.
.
había poca gente
solitaria penumbra
ninguna pregunta.
pidió fideos
con el pesto de la casa
y se jugó con un tinto
oscuro, corpachón y de renombre
(pensando en el Ribera de lena).
.
estaba solo y sin libro
así que eligió
la mesa del rincón
para manducarse la pasta
como le diera la real gana.
.
es que la minusa
toda llena de chamuyos
y vestiditos floreados
lo amura desde hace días
con lluviecitas como si nada
y eso le embalurda
de refilón el alma.
.
no está el quía
para inopinados berretines
y le ha pasado que el otro día
en otro bar y con otro libro
una tal marisa
le amasijó el coco con saudades
.
y otras minas con frasecitas
le dicen araca! al cuore
que no son tiempos
de aflojar estanterias
solo porque es primavera
.
el tipo
es un macho bien de bute
asi que entonces
se escabia lo que queda
de un tirón
y se va para el cotorro
silbando bajito
.
lo espera una siesta
memorable
en la catrera.
.
imagen blog LA MENOR IDEA

lunes, 28 de septiembre de 2009


aunque
sean estos pocos días
en el abrazo de hoy
se nos instaló la ausencia.
y mientras
nos decíamos
es apenitas de tiempo
los besos
eran nudos marineros
entre tu alma
y mi alma
y el deseo un vigía
en nuestros cuerpos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009



no quiero
saber que llueve.
no quiero
escuchar la lluvia.
no quiero presentir
el leve sonido del agua
que empapa las hojas
del árbol.

quiero dormirme
como si me muriera.
que mi sangre se desmaye
y mi mente se aquiete
desmemoriada
de todos los sentidos.

he visto
el color de tu mirada.
he oído
el ritmo de tu pulso.
olí ese otro perfume.
saboreé
lo ajeno de ese beso.
he tocado
la lluvia en tu espalda.


que no llueva mañana
o que no me despierte.

martes, 22 de septiembre de 2009

que siempre sea...

para Victoria y Cristina

Volvió casi de noche.
Estaba asi.., brillosa, con los ojos negros aclarados de embeleso
y las manos trémulas sosteniendo el ramito de violetas.

Qué placer mirarla!
Se la veía tan bella, tan jóven, tan... invencible!
Traía el cabello desmadejado y el flequillo en revuelo.

Se le leía en todo el cuerpo la felicidad.

Ella la miró, adolescente otra vez, por ese instante, y con el alma
extendida de recuerdos, le dijo:

- Qué linda se te ve, asi, arrebolada! Te fue bien en el paseo?
-Ay, mamá!... que sea siempre primavera, que sea siempre septiembre...,
que sea siempre Sebastián!

- Hija mía, que sea siempre esta bella alegría!

Y porque son dos mujeres tocadas por la magia, se abrazaron para llorar y reir juntas.

Como debe ser en estos casos.

lunes, 21 de septiembre de 2009

historia de chat para descreídos




Domingo, 13 de setiembre de 2007.-

Querido Caballero Andante:
Esta tarde, justo cuando acababa de peinarme y perfumarme un poco para venir a la PC a encontrarme con usted en el MSN, como cada día de este último tiempo, ha llegado mi hijo con un regalo. Me ha traído un cachorro dentro de una preciosa caja azul y me ha dicho con una sonrisa absolutamente amorosa: Aquí tienes, mamá, para que no estés tan sola. Ahora que ya no tienes que cuidar a papá, es bueno que tengas algo con que distraerte. De paso te sirve de compañía.
Yo se lo agradecí con todo mi amor, claro. Desde que murió su padre, Mariano anda muy preocupado por mi soledad, y seguro que pensço que un cachorrito para cuidar me iba a hacer muy bien.
Pero, apenas el se fue, yo até otra vez el moño que aseguraba la tapa de la caja azul y ni siquiera me importó que el pobre perro no estuviera bien allí. Fui a sentarme, desconcertada, en mi sillón preferido. El mismo que traje del cuarto de Pepe a la sala, cuando ya no fue necesario que yo estuviera allí, todo el tiempo que estuve despierta cada día de los últimos diez años, vigilando el buen funcionamiento de los tres aparatos que lo mantenían con vida.
Ahí sentada, me di cuenta que nadie había notado mi pelo rubio otra vez, ni mi ropa nueva, ni el esmalte mas oscuro en mis uñas, ni siquiera el perfume importado, válgame dios!. Nadie de los míos, claro. Ahora que digo míos, qué ajenos los siento! Le decía que ellos, no; pero la gente del barrio, sí. Y yo también, por suerte. Porque sé que estos cambios fueron pasitos que me trajeron "de vuelta".
He llorado un rato en silencio, apenas suspirando, como estaba acostumbrada (porque además es domingo, y ya sabe como son de empecinados los domingos con la tristeza). Hasta que, sin mas anuncio que un largo escalofrío, se me ha escapado un grito de rabia que sobresaltó al cachorro que comenzó a gemir cada vez mas alto y ahí estuvimos los dos, uniendo nuestras formas de llorar, hasta que lo saqué de la caja, lo sostuve en mi regazo y le dí la bienvenida, poniéndole un nombre: "Cupido", le puse. Es un poco cursi, mi Caballero Andante, pero es que si él no hubiera llegado a mi vida, yo no estaría escribiendo este mail.
Porque este mail que es para decirle que no estuve esta tarde con usted en el MSN, porque estaba regresando definitivamente a mi misma. Y que, atendiendo a sus insistentes pedidos, acepto ese café y esa invitación a bailar, ese paseo por la Costanera, ese chocolate en Las Violetas y, sobre todo, esos abrazos que me ha ofrecido tantas veces en este tiempo.
Ojalá siga usted pensando que va a gustarle esta mujer de sesenta y pico, olvidada de sí misma durante diez años.
Ay, a punto de arrepentirme de mi osadía, envío estas líneas temblando de pura emocionada expectativa.
Hasta pronto.

Su "Mujer en descanso"


..............................................****************

Lunes, 21 de setiembre de 2009.-

Manuel querido:
Con la taza de café aun sin terminar, vengo urgida a la PC, con el candor de una niña, con la excitación de una adolescente, con la placidez de una mujer bienquerida, a decirte que estoy tan feliz por que te hayas adueñado de mi sillón, por que Cupido, ese grandulón, te quiera casi mas que a mi, por esa copa de vino que nos bebemos cuando vienes y por todos los rituales de amor que celebro contigo.
Y por la libertad que siento cuando hablo, cuando río, cuando bailamos, cuando cocino, cuando digo que No.... o que Sí!
Estoy feliz por esta mujer que soy, eligiéndome cada día y por ese hombre que sos y del que me enamoro cada día.
Es 21 de setiembre, querido amor! La primavera me lleva en andas, mientras pienso en mi cuerpo maduro, mi alma desperezada como una gata al sol, alimentándose del placer de vivir como si mañana no amaneciera y tampoco importara.
Y quiero decirte, sobre todo, que te amo con el amor que nos prometimos: un amor que siempre nos aclare la mirada y nos perfume las manos.
Que tengas un da tan claro y aromado como el mío, Manuel Mío!

Inés

jueves, 17 de septiembre de 2009

aplausos y abrazos para ella

Quién?

¿Quién rescatará mi esperanza que por las noches ebrias comienza a flaquear?
¿Quién flotará entre mis sábanas, secará mis lágrimas y me cantará?:
"agora eu era o herói... e você era a princesa que eu fiz coroar"
¿Quién me alejará de la realidad, de mi sano juicio, de mis tres dedos de frente,
de mis dietas, de mis tretas, de mis silencios, de mi espanto?
¿Quién hará trizas mi enano enfático y me devolverá al vicio cuando pare de fumar?
¿Quién destapará el vino, afilará el cuchillo, descolgará el teléfono, pondrá la música y me besará?
¿Quién me tapará la boca y me atará a la vida cuando empiece a escapar?
¿Quién será el loco tierno que enfrentará mis desenfrenos pidiéndome más?
¿Quién será el cálido puerco que nadará en mi cuerpo y me ayudará a respirar?
¿Quién se entregará deseoso a mi boca loca que siempre quiere más?
¿Quién se aferrará a mis pechos, soportará mi fiebre, me convencerá que existo y que hasta cuando miento digo la verdad?
¿Quién me dará letra para mis poemas, quién será mi poema, quién me rescatará?
Publicado por Isabel Estercita Lew en su Blog Botiquin de artes y utopías


Ustedes saben: yo traigo a mi blog las letras de otros que me impactan en la mente y me descompaginan el alma. Me conmueven tanto. Lo que otros escriben y me hacen vibrar la piel con el mismo sonido que las lluvias de invierno los vidrios de las ventanas. Y los comparto con ustedes como si les diera un abrazo cuando pido aplausos. Y ya.
Pero esta vez, se me antoja dejar una nota sobre la autora de este poema o lo que sea esta maravilla.
Estercita, como me gusta llamarla, es.... cómo buscar el término del todo exagerado que pueda definirla sin exageración? Es una escandolasa tormenta de verano, es la hermana mas mala de Cenecienta, es exhuberante como una flor carnívora, es una callejera injuriante y escatológica, es una muchacha salvaje, es una dama distante, es una caramelo de menta en medio de un velorio, es un dedo índice agujereandote el hombro, es un cigarrillo compartido en el baño de la escuela (cuando eso era un delito), es el cómplice perfecto para robar un banco, es una niña huèrfana enojada con su gato, es una adolescente hambrienta de sueños, es una mujer leve, encerrada en su propia torre de babel. Siempre me llamó la atención su especie de locura, su inteligencia, su alma en carne viva.Y seguro, terminaremos siendo amigas de fierro, si la vida nos deja.



miércoles, 16 de septiembre de 2009


anoche
hicimos el amor
suave y lento
como
siempre
nos hace el amor a nosotros
y hoy
ando
con la primavera
riéndose sobre mi hombro.


pintura de José Royo


martes, 15 de septiembre de 2009

ay, Cartagena!



Nos cruzamos una tarde de chat, hace cinco inviernos.

Seguro era domingo, porque recuerdo que las palmas de mis manos estaban frìas y mi alma como arrugadita. Y tus letras eran como amarillas y se te reían las palabras. Recuerdo que tenías un piropo para cada nombre de mujer que encontraste en la lista y que algunos de esos nombres se enojaron con tu grandilocuencia: quién eras así de atrevido, que a todas llamabas "preciosa", "mi linda", "mi ensueño"?.

Yo, tan loca, me quedé colgada de tu jueguito de seducción, de tu carcajada escrita, de tu osada invitación: "Nadie viene conmigo a bailar? Soy un colombiano perdido en Buenos Aires!"Yo me reía, en casa, frente a la PC, tecleándote chistecitos que te distraían de tus piropos.


No fuimos a bailar, pero cuando te animaste a conocerme ("chica, que me inquietas! pareces mas loca que yo!") iniciamos un dulce romance leve y breve, que guardo en un bolsillo de mi memoria, junto a nuestras risas.


Caminar con vos era una aventura; conversar con vos, un recreo despues de la clase de matemáticas; reirnos, una golosina robada.Tenías una forma de decirme "linda" de tantos modos y con tanta gracia, que era facilísimo de creer. Siempre fui linda a tu lado.

Y luego esa manera de hacerme reir: "Jairo, no me hagas reir asi, que será imposible olvidarte!"

"Inolvido por inolvido", sentenciabas; y me abrazabas como si te despidieras.

Hasta que, un día (que llegó tan ràpido, tan de puntillas), antes mismo que el pájaro azul de la esperanza se posara en mi hombro, me abrazaste despidiéndote, yéndote antes de decirme adiós, sin explicaciones, sin tiempo para lágrimas.

"Chao, preciosa! No te olvidaré! Y prometo que el próximo abrazo será en Cartagena!"


Cerré la puerta, con el corazón anudado de rabia y de lejanías.


No nos hemos olvidado. Yo me sonrío cuando escucho en Buenos Aires un tonito colombiano. Vos me enviás esos mails que se envían a mucha gente y solo de vez en vez, leo un mensaje que es solo para mi: "Para que veas! Que no te olvido, preciosa. Y aun nos queda Cartagena" Siempre las mismas palabras.


Y ahora que el ensueño del amor ha dejado de ser ensueño, el ensueño es Cartagena. Ahora que camino y converso con él y sus abrazos siempre son como encuentros; y nos reímos como niños y nos amamos de esta manera, sin reglas y sin tiempo, Cartagena es un suspiro en los límites del sueño.

Ay, Cartagena! Ay...!

sábado, 12 de septiembre de 2009

abrazos y aplausos para él

Un loco en la torre
Los campesinos dicen que es un gigante. Un cíclope, incluso. Polifemo que rechaza a infieles y cristianos por igual. Pero no es nada de eso. Es un hombre como cualquier otro, sólo que a él le fue indicado en tiempos inmemoriales que debía custodiar La Torre. Y cumplió (cumple) con ello.
Los Señores lo evitan. La Torre no tiene ningún valor, y es vano perder hombres por un loco gigante, con un ojo o con los dos. Porque si le tiran flechas, él las devuelve envenenadas; cada piedra que le arrojan desciende envuelta en llamas; y cambia las lanzas recibidas por otras más filosas, con puntería sin igual.
El hijo del Sultán supo de su leyenda, y ya sabemos cómo son los hijos de los sultanes. Como un juego fue por el loco, con algunos de sus hombres más leales. Comenzaron a dar pedradas a lo alto de La Torre. Y el loco les respondió. Una piedra alcanzó al joven y lo mató. Los suyos juraron venganza. Y el loco rió, porque todos se van prometiendo venganza. Pero no regresan jamás.
Un amanecer vio a alguien acercarse, solitario. No llevaba armas, y el loco nada más lo observó. Era una mujer. Durante siete noches, la mujer cantó al pie de La Torre. El loco nunca había oído cantar a nadie, y primero se rió. Pero luego comprendió que las canciones contaban historias de una vida maravillosa, la vida de un hombre que él ni siquiera se había atrevido a soñar.
La séptima noche no lo soportó más, y arrojó una soga a la base de La Torre. La mujer seguía cantando mientras escalaba, y el loco comenzó a llorar, temblando de felicidad ante su cercanía. Ya estaban a punto de tocarse, el loco con la mano extendida, cuando la mujer se detuvo. Un presentimiento la atemorizó y descendió de nuevo, presurosa, alejándose corriendo de La Torre. Siete días y siete noches estuvo el loco llorando de dolor, recordando esas dulces historias del hombre imaginario que la mujer le cantó.
Al octavo día el horizonte se puso blanco. El loco pensó que eran rayos tormentosos, pero no. Era un ejército de sarracenos y catapultas, con el Sultán a la cabeza. Llevaban algo adelante, pero no era una bandera ni un estandarte. Era el cuerpo de un joven. Esta vez sí, alguien cumplió. Venían a vengarse y el loco se dio cuenta que no podría con todos ellos.
Sin embargo, él está dispuesto a defender La Torre con su vida. Sus enemigos se acercan y el loco apila sus piedras, prepara el veneno de las flechas, afila las puntas de sus certeras lanzas.
Mientras se dispone a cumplir con su destino, sin advertirlo canturrea una hermosa canción que cuenta la dulce historia de un hombre, que no es la suya.


Publicado por Marcelo en su blog "LA MENOR IDEA"